La Administración Publica de Hacienda es el ente encargado de los tributos en España, tiene el deber de velar por el cumplimiento del pago de los distintos impuestos por las personas físicas o jurídicas, que realicen actividades comerciales dentro del territorio español o fuera de él, pero que sean aprovechadas dentro del país. Los pagos a cuenta son una forma continua y segura de garantizar la satisfacción del impuesto sobre la renta de las personas físicas, para tener una mejor comprensión conozcamos la definición de pagos a cuenta.
Definición de Pagos a cuenta
Se trata de pagos realizados de manera anticipada de un tributo que será posteriormente liquidado en su totalidad, se encuentra regulado por la ley de IRPF dentro de sus artículos de 99 y 101.
Los pagos a cuenta permiten ir adelantando cantidades a la Hacienda ejerciendo un adecuado control sobre cada contribuyente.
Existen tres tipos de Pagos a cuenta; pagos fraccionados, retenciones e ingresos a cuenta. Los pagos fraccionados permiten a la Hacienda tener un flujo de ingresos continuo, mientras que las retenciones e ingresos a cuenta garantizan el pago seguro por parte del contribuyente.
Pagos fraccionados
Son pagos que el contribuyente va realizando a la Administración Pública, en el transcurso del ejercicio gravable, para que en su momento este completamente efectuada la liquidación del impuesto.
Estarán obligados a pagos fraccionados aquellos profesionales cuyos ingresos hayan sido retenidos en al menos un 70%.
Retenciones
Son las retenciones efectuadas sobre los salarios, sueldos u otras percepciones pagadas para garantizar el pago final del impuesto.
Ingresos a cuenta
Ocurre cuando una persona vende un bien o presta un servicio a otra, pero el pago percibido se hace en especie, no existe una cantidad dineraria para realizar la retención del impuesto. En estos casos la persona que entrega el bien o el servicio, calcula una cantidad y la ingresa a la Hacienda a cuenta del contribuyente.