Durante mucho tiempo se ha utilizado el criterio de devengo, a través del cual, una factura de venta o prestación de servicio, debe ser declarada dentro del periodo impositivo en el que se produce, se haya cobrado o no, pero esto ocasiona una diferencia contable entre lo declarado y lo realmente cobrado, en vista de esto, resulta importante conocer la definición de criterio de caja.
Desde el año 2013 el Gobierno español, aprobó dentro de la ley de Emprendedores, el régimen de criterio de caja, para presentar ante la Hacienda una declaración de IVA que se encuentre realmente cobrada.
¿Qué es Criterio de caja?
El criterio de caja es un régimen especial de IVA, el cual le permite a las empresas y autónomos que se encuentren bajo esta modalidad, no liquidar el IVA de aquellas facturas que aun no ha sido cobradas.
Consiste en imputar los ingresos y gastos, al periodo en el cual se cobran o se pagan, independientemente del periodo en el cual se originaron dichas facturas, las empresas no tendrán que liquidar a la Hacienda aquellas ventas que aun no han sido cobradas, pero de igual forma, aquellos gastos generados, solo podrán ser imputables en el momento en el se abonen.
Una empresa que realiza una venta o presta un servicio, no realiza la liquidación del IVA no cobrado, por lo que su cliente no puede desgravarlo mientras no lo haya pagado.
Características de Criterio de caja
Se trata de un régimen voluntario, sin embargo, aquellos autónomos o empresas que deseen darse de alta del régimen especial de criterio de caja, pueden hacerlo, siempre que no hayan superado los 2 millones de euros de facturación, en el ejercicio económico anterior.
Se excluyen del Criterio de caja las siguientes operaciones
- Las entregas de bienes no sujetas a IVA.
- Los regímenes especiales de IVA.
- Operaciones sujetas a la inversión del sujeto pasivo.
- Las operaciones intracomunitarias.
- Las importaciones y operaciones asimiladas.
