Dentro de la contabilidad de una empresa, resulta de vital importancia conocer los ingresos y gastos, así como las ganancias y pérdidas obtenidas en cada ejercicio económico. El principio contable de prudencia, establece que cada ingreso debe registrarse en el momento en el que se devengue, mientras que los gastos serán considerados contablemente desde el momento en que sean conocidos, conozcamos de manera amplia la definición del principio de prudencia.
Definición del Principio de prudencia
Dentro de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados se encuentra el principio de prudencia, el cual considera que los beneficios deberán ser registrados hasta la fecha de cierre de cada ejercicio económico, por otro lado los riesgos deberán tomarse en cuenta tan pronto se tenga conocimiento de ellos.
El principio de prudencia regula la manera en que deben valorarse los ingresos o beneficios y los gastos o pérdidas, que no hayan establecido una valoración específica.
Este principio se encuentra recogido en las memorias contables, el balance de situación y el estado de ganancias y pérdidas.
Contabilización de los ingresos y beneficios
Es importante que al momento de contabilizarse los ingresos y beneficios, se consideren solo aquellos que se hayan devengado, es decir, los ingresos que se originen en el ejercicio económico antes de su cierre, independientemente de si se cobraron o no en el ejercicio en el que ocurrieron.
Contabilización de los gastos y pérdidas
Los gastos a diferencia de los ingresos, deben ser considerados dentro de la contabilidad en el momento en el que se tenga conocimiento de los mismos, se hayan causado en el ejercicio actual o en ejercicios anteriores, independientemente de la fecha en la que se hayan pagado.
De igual forma las perdidas y riesgos se tomarán en cuenta dentro de la contabilidad a partir del momento en el que se tenga conocimiento de ello.
Aunque en el ejercicio económico se haya obtenido como resultado pérdidas, se deben considerar dentro de la contabilidad las amortizaciones y correcciones de valor por deterioro de activos.